jueves, 21 de marzo de 2013

TANQUES ISRAELÍES EN LAS PAMPAS DE URUGUAY

Una de las cosas que más me gusta de mi trabajo como Portavoz de la Embajada de Israel en España son las conferencias que doy en las universidades. Desde que llegué hace más de tres años y medio cuento ya más de 100 conferencias en distintas facultades por todo el territorio español. Además de suponer una oportunidad para viajar y visitar hermosas ciudades y de ver bellos paisajes, me ofrece el privilegio de conocer personalmente a miles de jóvenes y de hacerles llegar una mirada diferente sobre Israel.

Cada conferencia la empiezo con estas tres preguntas: ¿Cuántos de vosotros habéis estado en Israel?, ¿Cuántos de vosotros conocéis a un judío? y ¿Cuántos de vosotros conocéis a un israelí?

Lamento decir que en conjunto ni siquiera el 5% de las respuestas son afirmativas (en el mejor de los casos), lo cual significa que para la gran mayoría de estos estudiantes yo soy el primer judío y el primer israelí que conocen personalmente.

Lo fantástico de estas conferencias es que puedo tener un diálogo los estudiantes, escuchar sus comentarios y sus preguntas. Y es precisamente su falta de conocimiento del tema y su ingenuidad las que generan puntos de vista muy interesantes y suponen incluso un desafío a la hora de explicar la realidad israelí a un público español, que se nutre de una amplia cobertura mediática, en muchas ocasiones sesgada, respecto a mi país.

Hace unos días llegué por primera vez a Valladolid. Se trató de una visita muy especial para mí porque nunca había estado en esta gran ciudad pero, sobre todo, porque allí están los orígenes de mi familia, que partió en el siglo XV rumbo a Israel.

En mi conferencia en la Facultad de Periodismo de la Universidad de Valladolid, después de hablar de la solución al conflicto israelí-palestino y de las posibilidades de paz, un alumno pidió la palabra y empezó a leer un papel que tenía preparado para la ocasión. Se trataba de una lista de acusaciones de todo tipo que terminó con la siguiente pregunta: "¿Cómo puede Israel decir que busca la paz si vende tanques al conflicto en Uruguay?".

En un primer instante, pensé que yo no debía haberle entendido bien y le pregunté a qué conflicto se estaba refiriendo. Él me respondió que al de Uruguay. Mi siguiente cuestión era evidente: "¿Qué conflicto hay en Uruguay?". Pero, su respuesta no lo fue tanto, puesto que me respondió: "Yo no lo sé, lo he leído en internet".

¿Cómo se puede salir airoso de esta situación tan surrealista?
¿Cómo se puede responder a una acusación de ese cariz?
¿Cómo se puede entender que un futuro periodista haga ese tipo de preguntas?



Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel

miércoles, 13 de marzo de 2013

EL ÚLTIMO OBSTÁCULO PARA LA PAZ ENTRE ISRAELÍES Y PALESTINOS

¿Cuál es verdaderamente el principal obstáculo para la paz entre Israel y los palestinos? Esta pregunta surge una y otra vez en la reflexión que hace la prensa israelí en torno al debate político y, también aparece en los distintos foros en los que yo participo desde que llegué a España hace ya más de tres años.

Estas semanas he dado varias conferencias en Universidades. Mi presentación trata, entre otras cosas, la posibilidad de paz entre Israel y los palestinos. Estas conferencias están basadas en las últimas rondas de negociaciones que Israel mantuvo con los palestinos, en especial en las cumbres de Camp David del año 2000 (Plan Barack) y en las negociaciones secretas bajo en Proceso de Annapolis de 2007-2008.

En ambos casos, a pesar de que la propuesta israelí fue considerada como generosa por muchos, tanto dentro como fuera de Israel, los palestinos se negaron a firmar los Acuerdos de Paz y, mientras que en Camp David escaparon físicamente de las negociaciones, en el Proceso de Annapolis simplemente no contestaron a la propuesta israelí.

A aquellos que automáticamente responden que esa propuesta no era lo suficientemente generosa para los palestinos, les invito a leer las entrevistas que concedieron los líderes palestinos en los años posteriores para que entiendan que incluso ellos mismos notaron el avance en las negociaciones.

Esas ofertas incluían la creación de un Estado palestino con fronteras basadas en las líneas de 1967 (con intercambio de territorio), Jerusalén como capital compartida (incluso con soberanía en partes de la Ciudad Vieja) y el retorno de un número simbólico de refugiados palestinos al Estado de Israel.

Israel pidió como contrapartida, además de las evidentes garantías de seguridad, que ese acuerdo pusiera fin al conflicto y que terminasen las demandas.

A partir del 2009 los palestinos se han negado a volver a la mesa de negociaciones. Ni siquiera un congelamiento en la construcción de los asentamientos por parte del Gobierno israelí o la presión internacional (muy débil, por cierto) les ha convencido para retomar el camino de las negociaciones.

Desde mi punto de vista, la respuesta al por qué los palestinos mantienen esta postura se basa en las posibilidades de éxito de dichas negociaciones. Y no es debido al miedo al fracaso, sino justamente a todo lo contrario. Estoy convencido de que los palestinos tienen miedo de que si la próxima ronda de negociaciones tiene éxito, se hallarán una vez más frente al dilema de firmar un acuerdo de paz con Israel que termine el conflicto o mantener "la causa palestina" vigente para un sinfín de futuras demandas.

¿Cuál es la causa palestina sino el conflicto con Israel? Si el líder palestino tiene que elegir entre el Estado palestino y la causa palestina, ¿cuál será su decisión? Hasta hoy la respuesta ha sido muy clara: la causa y el conflicto por encima de la creación del Estado.

Y en la base de esta negativa está el no aceptar la solución de los dos estados para los dos pueblos: un Estado palestino y el Estado de Israel que sea el Hogar Nacional del Pueblo Judío. Porque, mientras los líderes palestinos repiten que apoyan la solución de "los dos estados" (The Two States Solution), nunca se refieren a la segunda parte de la premisa, que es "para los dos pueblos". Lo cual significa, un futuro estado palestino sólo para los palestinos y otro estado cuya esencia sería negociable.

Éste no es el espíritu de la Resolución 181 adoptada por la Asamblea General de la ONU en 1947. La citada resolución habla de la partición de la Tierra de Israel entre un estado árabe y un estado judío. Por eso, hasta que los palestinos no acepten esta histórica resolución, la paz no será posible.

Espero que los periodistas que entrevisten a los distintos portavoces palestinos, desde los diplomáticos hasta el mismo Abu Mazen, les pregunten de manera muy clara si aceptan "la solución de los dos estados para los dos pueblos", es decir, si aceptan la paz o por el contario prefieren la guerra y el conflicto.   




Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel

jueves, 7 de marzo de 2013

EL REAL MADRID EN EL OJO DEL HURACÁN DE LA AUTORIDAD PALESTINA

Voy a seguir aquí con la línea que inicié la semana pasada en mi último post donde argumentaba acerca de la censura que ejerce la prensa española sobre determinadas noticias que dañan la imagen de los palestinos, no sea que pierdan así su papel de víctimas en el famoso juego de suma cero.

La razón es que algunos amigos me han enviado noticias similares que refuerzan este argumento y entre todas ellas, la que más me ha llamado la atención, tanto por la noticia en sí como por su relevancia para España, ha sido la que me hizo llegar mi amigo Igal Palmor, Portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, que introduce de lleno al Real Madrid en la política palestina.

Últimamente hemos visto muchas noticias sobre un posible encuentro de fútbol entre el Barça y un equipo formado por palestinos e israelíes. Al margen de si se llega a jugar o no este partido, parece ser que desde el punto de vista palestino los colores blaugrana tienen mucho mejor imagen que el merengue, o al menos así parece ser para el Presidente de la Autoridad Palestina.

Hace unos días algunos medios de comunicación, entre ellos AFP, publicaron una noticia sobre un joven palestino de 26 años de Nablús, que ha sido condenado a un año de cárcel por haber publicado en su página de Facebook una fotografía del Presidente de la Autoridad Palestina, Abu Mazen, mientras chutaba un balón. La fotografía estaba acompañada por la frase "El nuevo delantero del Real Madrid". Así pues,, para la Autoridad Palestina este hecho supone un insulto para el Presidente Abu Mazen, insulto que debe pagarse con un año de condena en prisión.

Si una noticia así hubiera sucedido en cualquier otro lugar, estoy convencido de que habría sido publicada en numerosos medios de comunicación españoles, sino por el tratamiento dictatorial del régimen en cuestión, sí por el hecho de que "ser jugador del Real Madrid suponga un insulto para algunos".

Mientras preparaba mi siguiente post tenía la intención de presentaros otra noticia del mismo estilo pero, ayer David Alandete de El País le salvó la cara a la prensa española al publicar la noticia sobre la cancelación del Maratón de Gaza a causa de la negativa de Hamás a que pudieran participar en él las mujeres.

Me pregunto por qué la noticia del maratón apareció y la del fútbol no. Tal vez porque "es legítimo criticar a Hamás pero, la Autoridad Palestina tiene un trato preferente".

Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel