Hace pocos días el gobierno de Bulgaria en un acto de valentía e integridad publicó los resultados de la investigación del atentado perpetrado contra un autobús de turistas israelíes en la ciudad de Burgas, el pasado junio de 2012. El informe demostró muy claramente que detrás de ese atentado estaba la banda terrorista de Hezbollah. Me imagino que esa noticia no cogió por sorpresa a nadie, ya que todas las evidencias apuntaban en esa dirección desde el primer minuto.
Entonces, si tan claro es y tan evidente, uno podría preguntar por qué se necesita calificar la presentación del informe de "valiente" e "íntegra". Precisamente porque, a pesar de la larga lista de actos terroristas de Hezbollah por el mundo entero, muchos países decidieron implementar la política del avestruz, para no verlo y evitar tomar las decisiones consecuentes frente a estos actos.
Hezbollah ya ha demostrado sus capacidades terroristas en distintos lugares del mundo en muchas ocasiones, entre otras, en los dos atentados que cometió en los 90 a petición del gobierno iraní en Buenos Aires, uno contra la Embajada de Israel y otro contra la sede de la Comunidad Judía argentina. Curiosamente, hace poco tiempo el gobierno argentino decidió invitar al gobierno iraní a unirse a él para investigar juntos el segundo de estos atentados. Decisión que, obviamente, ha provocado estupor y generado muchísimas críticas. Es lo que sucede cuando uno invita al culpable de cometer un crimen a investigar su propio crimen, poco se puede esperar de dicha investigación.
Hay una única manera de enfrentarse al terrorismo y es la de unirse frente a aquellos que lo cometen, lo ordenan y lo financian, y hacerlo como un bloque unido y con tolerancia cero.
Hace ya algunos años que la Unión Europea está evitando, con distintas excusas y pretextos, poner a Hezbollah en su lista de organizaciones terroristas. Unos alegan que esto causaría desestabilización en Líbano, sin entender que es justamente Hezbollah la causa de la situación de desestabilidad de este estado. Otros abogan por separar entre el brazo armado de Hezbollah y la rama política de esa banda terrorista, cuando no hay forma de hacer esta separación, puesto que la política de Hezbolá es el terrorismo y el terrorismo de Hezbollah es su política. Ni siquiera se trata de hermanos siameses a los que uno podría separar mediante una cirugía de alta tecnología. Se trata del mismo cuerpo, de las mismas manos y del mismo maligno cerebro iraní.
Sólo espero que ahora que Hezbollah ha dejado las sucias huellas de Irán en territorio europeo con el atentado en Bulgaria y con el atentado fallido en Chipre unas semanas antes, los miembros de la Unión Europea tomen las decisiones necesarias y pongan el nombre adecuado a esta organización.
Hezbollah es una banda terrorista.
Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel
Pido perdón por la expresión popular (un pelín grosera), pero que en este caso es oportuna: "Cuanto más te agachas, ¡más se te ve el culo!" Es lo que le está sucediendo a una acobardada y patética Europa, que cede, cede, cede, mira hacia otro lado, y, en fin, teme dar a los asesinos terroristas el nombre que merecen. En aras de lo "políticamente correcto", no se clasifica como terroristas a Hézbolá por no irritar a Irán, y por mantener vivo ese engendro de la "Alianza de las civilizaciones". Para los "muyahidines" de Hezbolá y organizaciones colaboradoras, los infieles occidentales somos tan despreciables y odiosos como los israelíes (o judíos, o hebreos o como ustedes los quieran llamar). Que ataquen a los israelíes no significa que todos nosotros no vayamos después en su macabra lista. Y, si Dios no lo remedia, algún día bajaremos la cabeza e iremos al matadero. Con las bendiciones, eso sí, del diario "El país" y de los "intelectuales" habituales.
ResponderEliminar¡Cuanto me recuerda su nuevo post, señor Haiat, a una situación muy concreta que se da en el Reino de Taifas de España!.
ResponderEliminarMe recuerda a Bildu -otra de las innumerables marcas blancas de eta-, como brazo político legalizado de la todavía organización terrorista vasca. (Marca blanca hoy en las instituciones). Y a la tremenda desvergüenza,cobardía y vileza de casi toda la casta político-partidista de Ex-paña consintiéndolo, gobierno incluido.
Los españoles que avalaron y respaldaron en Bruselas el blanqueo de la "eta buena" son los mismos que, junto a sus colegas europeos, aceptan de buen grado excluir a Hizbollá de cualquier lista de organizaciones terroristas mientras el objetivo de las mismas sea Israel.
Los miembros de la UE y el Tribunal de La Haya seguirán mirando con lupa hacia Jerusalem.
Spitfire.
La renuencia manifestada por parte dela U.E y otros organismos de orden internacional, en llamar a las cosas por su nombre, cuando de terrorismo islamista se trata, como en el caso que nos ocupa, es reveladora a mi juicio del temor a represalias que tal actitud podriá segun ellos acarrear ... en otros términos, bien podriamos afirmar, que se prefiere por parte de los citados Organismos hacer uso de eufemismos,o desviar la mirada, antes que de incomodar a los inductores y patrocinadores de dicho terrorismo, vease Iran, Siria Arabia Saudi, y demas cofradia del terror, alimentando asi desde la cobardiá y la pasividad, la proliferacion y consolidacion , de actos tan mortíferos como execrables,desde la mas absoluta impunidad en la mayoria de los casos ...
ResponderEliminarOccidente contribuye asi, a cavar su própia fosa, renunciando implicitamente a ejercer el derecho moral que se le supone, en tanto que perteneciente al llamado "mundo libre" abdicando de valores y principios que otróra le hicieron grande, y enviando de paso una señal de debilidad y cesion al mundo islámico, que éste a buen seguro sabrá interpretar en clave de entrega y utilizará en su provecho, cuantas veces lo considere oportuno, para indignacion y desgracia de todos nosotros ...