En hebreo hay un refrán que dice así: "la piedra
que tira un tonto a un pozo ni mil sabios pueden sacarla". En pocas
palabras lo que significa es que el daño que alguien hace a veces es imposible de
reparar, ya sean muchas y cualificadas las personas que traten de hacerlo.
Un buen ejemplo de ello lo hemos podido ver estos últimos
días con una noticia publicada en el periódico israelí Haaretz y un artículo de
opinión al que han seguido decenas de noticias en distintos medios de
comunicación, incluyendo obviamente las aparecidas en medios españoles.
Iré por partes. El pasado miércoles 23 de octubre el
periódico Haaretz publicó una noticia, sobre una encuesta hecha en Israel,
dándole mucha importancia. La encuesta (cuya fiabilidad no cuestionaré en este
momento), trataba de mostrar la opinión de la sociedad israelí sobre si
existe o no una situación de Apartheid en Israel y si es posible que ésta exista
en un futuro.
Más allá de la propia noticia, el periódico eligió un
título falso que decía que la mayoría de los judíos en Israel apoyan un
régimen de Apartheid. Además, la acompañó con una columna de opinión o
análisis escrita por el mismo periodista que firmaba la noticia, Gideon
Levy.
Sin entrar en una valoración exhaustiva sobre el trabajo
de Levy, se trata de alguien muy conocido, tanto en Israel como en otras partes
del mundo, por tener una postura muy crítica respecto al estado de Israel y, en
algunos sectores, por no tener tampoco demasiado en cuenta los hechos como guía
en sus argumentaciones.
Muy pronto el propio periódico se dio cuenta de su
patinazo e inmediatamente empezó a buscar la manera de salvar la cara. Lo
primero fue cambiar el título en la versión online (ya que el título
original ni siquiera respondía a los propios resultados de la cuestionable
encuesta). Luego, el periódico publicó una columna de Yehudá Ben Meir, ex-diputado
y uno de sus más respetables columnistas, en la que se rebatían todos los
argumentos esgrimidos por Levy. También publicó una fe de errores
explicando la equivocación que había supuesto el utilizar ese título e incluso
una columna del mismo Levy con el título "Nos hemos equivocado pero…"
(en la que afirma que los que critican están poniendo más énfasis en sus errores que en los
resultados de la encuesta).
Estoy convencido de que ese tinglado periodístico, que en
gran medida refleja el variado panorama de la prensa en Israel, no ha terminado
todavía. En Israel se conoce bien esa dinámica de debates ya que forma parte de
la pluralidad de la opinión pública.
Sin embargo, este debate ha tenido eco también
fuera de las fronteras de Israel. Entre otros lugares, ha llegado pero parcialmente
a al menos tres medios de comunicación en España, que han publicado
noticias y columnas de opinión basadas únicamente en la primera noticia de
Gideon Levy en Haaretz
Pese a que muchas cosas han pasado después del primer
episodio hasta hoy, veo poco probable que dichos medios de comunicación vayan
a retomar el tema y aclaren que se trató de una fuente poco fiable.
De esta manera, la piedra que lanzó Levy no habrá quien
la saque.
Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel
P.D. Para más información sobre estos errores podéis leer
los artículos que al respecto han escrito Masha
Gabriel y Ben
Dror Yemini