martes, 30 de octubre de 2012

GIDEON LEVY Y SU CAMPAÑA POR EL APARTHEID EN ISRAEL


En hebreo hay un refrán que dice así: "la piedra que tira un tonto a un pozo ni mil sabios pueden sacarla". En pocas palabras lo que significa es que el daño que alguien hace a veces es imposible de reparar, ya sean muchas y cualificadas las personas que traten de hacerlo.

Un buen ejemplo de ello lo hemos podido ver estos últimos días con una noticia publicada en el periódico israelí Haaretz y un artículo de opinión al que han seguido decenas de noticias en distintos medios de comunicación, incluyendo obviamente las aparecidas en medios españoles.

Iré por partes. El pasado miércoles 23 de octubre el periódico Haaretz publicó una noticia, sobre una encuesta hecha en Israel, dándole mucha importancia. La encuesta (cuya fiabilidad no cuestionaré en este momento), trataba de mostrar la opinión de la sociedad israelí sobre si existe o no una situación de Apartheid en Israel y si es posible que ésta exista en un futuro.

Más allá de la propia noticia, el periódico eligió un título falso que decía que la mayoría de los judíos en Israel apoyan un régimen de Apartheid. Además, la acompañó con una columna de opinión o análisis escrita por el mismo periodista que firmaba la noticia, Gideon Levy.

Sin entrar en una valoración exhaustiva sobre el trabajo de Levy, se trata de alguien muy conocido, tanto en Israel como en otras partes del mundo, por tener una postura muy crítica respecto al estado de Israel y, en algunos sectores, por no tener tampoco demasiado en cuenta los hechos como guía en sus argumentaciones.

Muy pronto el propio periódico se dio cuenta de su patinazo e inmediatamente empezó a buscar la manera de salvar la cara. Lo primero fue cambiar el título en la versión online (ya que el título original ni siquiera respondía a los propios resultados de la cuestionable encuesta). Luego, el periódico publicó una columna de Yehudá Ben Meir, ex-diputado y uno de sus más respetables columnistas, en la que se rebatían todos los argumentos esgrimidos por Levy. También publicó una fe de errores explicando la equivocación que había supuesto el utilizar ese título e incluso una columna del mismo Levy con el título "Nos hemos equivocado pero…" (en la que afirma que los que critican están poniendo más énfasis en sus errores que en los resultados de la encuesta).

Estoy convencido de que ese tinglado periodístico, que en gran medida refleja el variado panorama de la prensa en Israel, no ha terminado todavía. En Israel se conoce bien esa dinámica de debates ya que forma parte de la pluralidad de la opinión pública.

Sin embargo, este debate ha tenido eco también fuera de las fronteras de Israel. Entre otros lugares, ha llegado pero parcialmente a al menos tres medios de comunicación en España, que han publicado noticias y columnas de opinión basadas únicamente en la primera noticia de Gideon Levy en Haaretz

Pese a que muchas cosas han pasado después del primer episodio hasta hoy, veo poco probable que dichos medios de comunicación vayan a retomar el tema y aclaren que se trató de una fuente poco fiable.

De esta manera, la piedra que lanzó Levy no habrá quien la saque.



Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel

P.D. Para más información sobre estos errores podéis leer los artículos que al respecto han escrito Masha Gabriel y Ben Dror Yemini

miércoles, 24 de octubre de 2012

UNA ESPERANZA EN LA ECONOMÍA ESPAÑOLA


Pese a la imagen que debéis tener, en tanto que lectores de este blog, acerca del trabajo de un portavoz de Israel, tengo que decir que no todo son discusiones con los medios de comunicación y con aquellos que son críticos respecto a Israel. Hay otras cosas muy agradables, aunque también debo admitir que las discusiones no dejan de provocar en ocasiones cierto disfrute.

Hace un par de semanas participé en la jornada de clausura del Premio EmprendedorXXI de La Caixa, que tuvo lugar en el CaixaForum de Barcelona.

Esta fantástica iniciativa tiene como objetivo premiar a los jóvenes innovadores de España con 100.000 euros para su empresa, además de capacitación, networking y diversas actividades con las que adquieren mucha experiencia.

Este año en su 6ª edición de los premios la Embajada de Israel se ha sumado al proyecto a través de un accésit que lleva por nombre #iSUN a la Start Up con mayor innovación tecnológica. Este accésit, que lleva las siglas de "Israel Start Up Nation", está dirigido a jóvenes empresas de 0-2 años y pretende ser un reconocimiento al mejor proyecto de innovación vinculado al sector TIC de entre las empresas finalistas del Premio EmprendedorXXI.

El Embajador Alon Bar y yo compartimos un día con los que probablemente son los jóvenes innovadores más brillantes y valientes del país, por ir contra corriente y emprender en una época de crisis. Cada uno de los representantes de 40 empresas finalistas nos mostró la innovación tecnológica por la cual destacaron de entre las más de 700 empresas de todo el país que optaron al premio.

Ciertamente nos quedamos asombrados ante dichas presentaciones y el jurado, compuesto por representantes de grandes empresas, bancos, profesores de Universidad, etc., se entendió muy claramente que, a pesar de las noticias cotidianas que todos escuchamos sobre la situación económica del país, hay sin embargo una semilla de optimismo y esperanza en todas estas empresas, cada una de las cuales es en sí misma un motor económico que crea puestos de trabajo y negocio para España y para los españoles.

Al final del día el jurado decició otorgar el #iSUN a la empresa cántabra Tedcas, que para nuestra mayor sorpresa descubrimos que la tecnología para uso médico que empleaba es israelí.

Os invito a leer el reportaje de Sal Emergui publicado ayer en El Mundo sobre Daniel Calvo, Director técnico de Tedcas, que viajó a Israel, en tanto que premiado, para participar en un seminario europeo de capacitación y conocimiento del sistema de Start Up israelí.


Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel

martes, 16 de octubre de 2012

DONDE SE ENCUENTRAN LA EXTREMAIZQUIERDA Y LA EXTREMADERECHA


Estas últimas semanas he sido testigo de un fenómeno alarmante. Tal vez no se trata de nada nuevo y en otras muchas ocasiones en el pasado se hayan presenciado evidencias del mismo pero, la coincidencia en el tiempo de algunos hechos me lo han mostrado ahora con una claridad brutal.

Los dos hechos a los que me estoy refiriendo tienen que ver con Barcelona e Israel aunque su origen sea muy diferente.

El primero se refiere a la muy conocida visita al Camp Nou de Gilad Shalit, el soldado israelí a quien la banda terrorista Hamás tuvo secuestrado durante 5 años, y al absurdo boicot llevado a cabo por aquellos que se presentan a sí mismos como grupos pro-palestinos. Unos días antes del superclásico al cual iba a asistir Shalit, apareció la verdadera cara de los que organizaron el boicot y lo hizo a través de pintadas en las paredes del Camp Nou que decían (en catalán) "Ningún judío en esta casa, judíos… terroristas de estado!!!".

El segundo hecho se desencadenó tras la publicación en el periódico israelí Haaretz de un artículo y una entrevista que hablaban del independentismo catalán. Después de eso, esta Embajada recibió varios mensajes muy agresivos acusándonos de apoyar una causa de la política interna española. Un señor nos dijo que nos "ocupásemos de nuestros asuntos", mientras que un periódico electrónico acusaba a los judíos de salir en contra de España.

Lo que se ve en ambos casos con una chocante claridad es el lenguaje que utilizan los representantes, tanto de la derecha como de la izquierda española, lenguaje que rápidamente deja de expresar una crítica hacia Israel para transformarse en el uso de mensajes que tienen tintes antisemitas. Mientras en el caso de las pintadas del Camp Nou parece muy claro ese traspaso de la línea que separa la crítica legítima del lenguaje racista, el segundo caso encierra un poco más de complejidad. Al señor que mencioné un poco más arriba le respondí explicándole que el periódico Haaretz, como todos los periódicos israelíes, es un medio de comunicación privado que sólo ofrece su propio punto de vista en sus artículos y no el del estado y, además, que son muchos los años durante los cuales la prensa española está cubriendo a diario las noticias de Israel con miles de artículos, editoriales y crónicas y que, por tanto, es un poco exagerado pedir que nos ocupemos sólo de lo nuestro tras la publicación de un único artículo israelí que tiene que ver con España. Pero hay más porque la noticia que enlazo un par de párrafos más arriba no se limita a las críticas hacia el estado de Israel, sus supuestas políticas o apoyos, sino que inmediatamente traspasa la acción al pueblo judío. Ya no es Israel el objeto de su crítica, sino el pueblo judío todo, debido a una postura que, por otra parte, se acepta claramente que proviene del artículo aparecido en Haaretz.

Tal como dije con anterioridad, se trata de dos cosas muy diferentes pero, al recurrirse en ambos al lenguaje racista, el resultado es pues el punto en el que se encuentran los dos extremos con los mismos prejuicios.



Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel



P.D. Yo sigo sin perder la esperanza. El señor al que me he referido me escribió otro mensaje reconociendo que su escrito fue más visceral que meditado y que, visto en la distancia, también le resultaba un poco grosero. Se disculpó y dijo estar de acuerdo con mis razonamientos, de lo cual, por supuesto, me alegro.

jueves, 4 de octubre de 2012

EL PAÍS SALVA LA CARA


Como vosotros bien sabéis, en muchas ocasiones no he escondido mi crítica respecto a la forma en El País cubre Israel y el conflicto de Oriente Medio, sin embargo, debo admitir que este periódico ha hecho algo que no sólo salva su cara, sino que también le honra como medio de comunicación.

Tras publicar algunas noticias de I. Cembrero llenas de errores y omisiones (por no decir mentiras), tal como lo mencioné en mi anterior post, el pasado 29 de septiembre este periódico publicó una fe de errores admitiendolos. Os hubiera dado un enlace a dicha sección pero, como no lo han publicado en versión digital, os lo he escaneado y os cito la parte importante: "El cabo israelí Gilad Shalit no estuvo involucrado en ninguna matanza en Gaza en contra de lo que se decía en el subtítulo de la información… Shalit fue apresado por Hamás en la frontera de Gaza en 2006 y permaneció cinco años secuestrado hasta que fue intercambiado por 1.027 presos palestinos, no 477 como se decía el miércoles y ayer".

Si bien creo que esa fe de errores no termina de explicar toda la mala intención que se escondía en los artículos de Cembrero, sí pienso que le envía un claro mensaje tanto a Cembrero como a los otros periodistas de su redacción. El País no es nada sospechoso de ser un periódico "pro-israelí" o "sionista", muchas veces sentimos que es más bien todo lo contrario pero, han puesto para sus periodistas unos límites, es decir, unas líneas rojas, para cuando éstos quieran criticar a Israel. Y me estoy refiriendo a la profesionalidad periodística, que aparentemente incluso algunos periodistas veteranos demuestran haber olvidado.

Espero que con este mensaje, si bien el periódico no cambia su postura, al menos la información que publique estará contrastada y no aceptará cualquier dato de fuentes que ya han probado ser poco fiables.




Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel