viernes, 25 de marzo de 2011

SIN LUGAR A DUDAS

A raíz del atentado de esta semana en Jerusalén, me han surgido algunas preguntas sobre cómo se realiza la cobertura mediática de este tipo de atentados. Poco tiempo después de la explosión de la bomba en una parada de autobús en el centro de Jerusalén, empezaron a llegar las llamadas de los periodistas solicitando información, tanto acerca del número de víctimas mortales y heridos, como acerca del punto de vista israelí sobre las razones por las cuales Hamás y otras organizaciones terroristas palestinas están intentando tan claramente aumentar la intensidad del conflicto durante estos últimos días.

Fácilmente puede verse que sus propósitos están estrechamente vinculados a la situación política en Irán y Siria. Estos dos regímenes durante las últimas semanas están sintiendo como se mueve el suelo bajo sus pies (y no es debido a un terremoto o a un tsunami como en el caso de Japón, sino debido al hastío de sus propios pueblos). El propósito es intentar desviar la atención, por un lado, de sus propios ciudadanos hacia otro conflicto y, por otro, la de los medios de comunicación internacionales, para así ellos poder “ordenar sus asuntos internos” a su manera, de la única forma que conocen…

Pero volviendo a la cobertura del atentado, el problema se plantea en una doble vertiente:

En primer lugar, se crea la duda respecto al propio hecho de que en Jerusalén hubo un atentado, y esto se hace entrecomillando el hecho y convirtiéndolo así en la versión de alguien, por ejemplo, se dice que un policía dice que fue un “atentado terrorista” (un poco más de información al respecto). O se menciona que un diplomático israelí (éste que escribe) “no tiene duda de que fue un atentado terrorista”. Al hacer esto, lo que se está diciendo es que el Portavoz cree que se trata de un atentado, pero también significa que otras personas pueden tener dudas al respecto.

En segundo lugar, y de mayor gravedad si cabe, es la manera como se aborda la pregunta de cómo va a responder Israel. El tema molesta tanto a algunos periodistas que ya se han lanzado a preparar el terreno para esa hipotética respuesta israelí, que algunos se apresuran, por supuesto, también a criticar, una respuesta que ni tan siquiera se ha producido y que ya tildan de “desproporcionada”, la comparan con otras circunstancias y, evidentemente, la critican.


Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel  


P.D. Hace poco he recibido un correo electrónico de una amiga periodista, que tras leer mis últimos post, me comentaba, entre otras cosas, que contenían algunos errores, especialmente hacía referencia a la generalización de los medios de comunicación españoles en la cobertura de Israel. Acepto totalmente estas críticas y, desde que empecé a escribir este blog, estoy tratando de no caer en la trampa de la generalización porque, por supuesto, no todos los medios de comunicación es España son iguales. Por eso hablo de “la mayoría” de los medios de comunicación o menciono el medio en cuestión y adjunto los enlaces. Finalmente, hay ocasiones en las que simplemente no alcanzamos a ver todo lo publicado sobre un tema específico. De todos modos, aprovecho estas líneas para reconocer el error y prometer que intentaré subsanarlo en lo sucesivo.