martes, 15 de marzo de 2011

UNA LECCIÓN DE MAHMUD ABBÁS

El feroz atentado de Itamar de este fin de semana ha encontrado a la prensa española poco preparada. Hacía mucho tiempo que no veíamos un atentado tan brutal, perpetrado de una forma tan salvaje. Las fotografías de este atentado, a pesar de la política israelí de no publicarlas, se filtraron a Internet y millones de personas en el mundo han sido testigos de los asesinatos cometidos a sangre fría por el terrorista.

Pero a algunos periodistas en España estos hechos no les han afectado. La verdad es que, dada la terrible sensación personal que a todo ser humano le produce ver estas imágenes de un bebé de 3 meses yaciendo sobre su propia sangre, uno esperaría como mínimo un poco de sensibilidad pero, aparentemente esta sensibilidad sólo se la guardan para informar sobre el otro lado.

La “lavadora de palabras” de algunos de los medios de comunicación en algunos casos es increíble. En primer lugar, la palabra “asesinato” no aparece. Incluso si el atentado salvaje de Itamar hubiera sido la única oportunidad en la historia de utilizar esta palabra, éste era el momento de hacerlo, sin embargo, los medios de comunicación “limpian” el acto y, en vez de utilizar el verbo “asesinar”, usan “matar” (incluso en los tribunales hay mucha diferencia entre “matar” y “asesinar”). Y, en segundo lugar, la denominación para aquél que perpetró el asesinato es la de “asesino”.

La forma en que algunos medios de comunicación también eluden la utilización de la evidente palabra “terrorista” debe avergonzar a los periodistas. La solución que se aplica en este caso desde los medios es llamar al autor del asesinato “miliciano” y, en algunos casos, simplemente hablar de un palestino.

A pesar de todo, lo más duro quizá es la explicación y la legitimación que se da al atentado utilizando la palabra “colonos” para referirse a las víctimas. En este sentido y desde el punto de vista de la prensa española, la sangre puede ser derramada y, por si esto no fuera ya demasiado, añaden que el atentado es la venganza por algunas acciones de los colonos de las últimas semanas, legitimando de nuevo así el brutal atentado. Ni un solo periodista o medio de comunicación ha creído necesario decir al respecto que, en el caso de tratarse de una venganza, ésta podría ser calificada como “desproporcionada”. Quizá se trata de un calificativo reservado sólo para las acciones de Israel.

Podría referirme también al hecho de que la mayoría de los medios de comunicación han elegido acompañar la noticia con la fotografía de soldados israelíes, en vez de las fotografías de las víctimas (curiosamente los mismos medios de comunicación que insisten en poner fotografías de las víctimas palestinas, aún en aquellos casos en los que ni siquiera lo son). Para ellos, la historia nunca cambia: los israelíes son solamente soldados o colonos y las víctimas son exclusivamente los palestinos. O podría mencionar también que la banda terrorista Hamás se felicitó por este atentado y que en algunas ciudades palestinas se celebró el brutal asesinato de una familia. Estos hechos no han encajado bien en la división de papeles que los medios de comunicación tienen prefijada, por eso ni las felicitaciones ni las celebraciones son mencionadas.

Soy consciente de que la probabilidad de que los medios de comunicación en España acepten mis argumentos es muy nimia pero, tal vez aceptarán el de un palestino, no el de uno cualquiera, sino el del Presidente de la Autoridad Palestina.

El domingo pasado, Mahmud Abbás fue entrevistado en la radio israelí y dijo que el atentado de Itamar “ha sido un acto despreciable, inmoral e inhumano” y que “un ser humano no es capaz de algo así”, que “escenas como esa (la muerte de bebés y niños y de una mujer degollada) lleva a cualquier persona dotada de humanidad al dolor y al llanto”.

Se trata de las palabras del Presidente de la Autoridad Palestina, la misma Autoridad Palestina que financia gran parte de la propaganda anti-israelí. Y si él es el que pronuncia estas palabras, la pregunta es: ¿En qué posición quedan los periodistas españoles ante las palabras del Presidente Abbás?

Ya mencioné en otra ocasión que los medios de comunicación en España quieren enseñar a los palestinos cómo ser pro-palestino, tal vez hoy pueden recibir una lección de algún palestino sobre cómo ser un ser humano.


LIOR HAIAT
PORTAVOZ DE LA EMBAJADA DE ISRAEL