jueves, 24 de febrero de 2011

EN PRESENCIA DE LA PAZ

Durante los últimos cuatro días he tenido el privilegio y el honor de acompañar a uno de los héroes de mi infancia, que más tarde se convirtió en héroe de mi juventud y de mi madurez, Shimon Peres, Premio Nobel de la Paz, Presidente de Israel y encarnación él mismo de la Paz con mayúsculas.

Si tuviéramos que elegir una fotografía para poner en el diccionario cerca del término “Paz”, esa debería ser, sin duda, la de Shimon Peres.

Uno de los riesgos de conocer de cerca a tus héroes es que el mito a veces no se corresponde con la persona, sin embargo, yo me he llevado una alegría porque, en este caso, ha sucedido todo lo contrario, y la visita de Shimon Peres a España en el marco del 25 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, sólo ha añadido más tonalidades a su ya mítica figura.

En nuestro mundo no quedan muchos líderes de la envergadura de Shimon Peres, un líder cuya vida representa toda la historia del pueblo judío en el siglo XX e inicios del siglo XXI, así como la historia del Estado de Israel desde su fundación y la del mundo durante todo este tiempo.

Pocas son las personas que han logrado cambiar el curso de la historia durante tanto tiempo, Shimon Peres es tal vez, el más destacado entre ellos.

Después de decir esto, quiero mencionar a otro tipo de personas (aunque no merecen ni siquiera estar en estas líneas), un grupo de frustrados, que movidos por su propio odio, intentaron aprovechar la visita del símbolo de la Paz que es Shimon Peres para difundir su veneno. Afortunadamente comprobaron lo ridículo de su actitud, lo patéticos que son y que, de pacifistas nada tienen, aunque sí de filo-terroristas. Lo lamento por ellos porque debe ser tremendamente frustrante ser tan irrelevantes, tan fracasados y estar tan llenos de odio.

Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel