miércoles, 21 de diciembre de 2011

UN PUENTE SOBRE AGUAS TURBULENTAS EN EL CORAZÓN DE JERUSALÉN

El verano pasado tuve la suerte de asistir al concierto que Paul Simon ofreció en Israel. Sin duda, ver en vivo a una leyenda de la música en cuyo modesto físico está contenido tanto talento y carisma sin limites fue una experiencia única. Estos días, me he acordado mucho de una de sus canciones en el famoso dúo Simon and Garfunkel titulada “Bridge over troubled water” (Puente sobre aguas turbulentas) debido a un puente que, si bien no está sobre aguas turbulentas, sí lo está sobre corrientes oscuras.

Últimamente se han ido publicando noticias acerca de un puente que conecta la zona del “Kotel” (Muro de las Lamentaciones) con la Explanada de las Mezquitas en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Los medios de comunicación alertaban sobre el riesgo de que algunas actuaciones al respecto pudieran generar un conflicto religioso violento a nivel mundial. Para ello, se citaba en muchas ocasiones a fuentes musulmanas que acusaban a Israel de intentar modificar el statu quo del lugar y de dañar la soberanía sagrada de las mezquitas. Por otra parte, algunos de estos medios de comunicación no necesitaron mucho más que esto para lanzarse a criticar a Israel, al tiempo que se olvidaban de un “pequeño” detalle que, sin embargo, tiene suma importancia: nada de todo eso es verdad.

El puente en cuestión es el denominado “Puente de los Magrebíes” y constituye una de las diez entradas que dan acceso a la zona de las mezquitas. Es la única de estas diez entradas por la que el Waqf (Instituto Superior de la Religión Musulmana en Tierra Santa) permite a los no musulmanes entrar en las mezquitas que están en el Monte del Templo.

Hasta el año 2004 existía una rampa de piedra que conectaba el Kotel con las mezquitas y que constituía pues el único acceso a la Explanada para los turistas e israelíes no musulmanes. Pero debido a una tormenta en enero de 2004, la pared que soportaba la rampa de piedra, se derrumbó, por lo cual, se construyó provisionalmente un puente de madera mientras se estudia otra solución más estable y duradera.

Desde el inicio de su construcción, hace ya tres años, elementos musulmanes e islamistas iniciaron una campaña de incitación basada en teorías de la conspiración, a pesar de que Israel había iniciado en cooperación con la UNESCO (recordemos que Jerusalén fue declarada por la UNESCO patrimonio mundial de la humanidad) un plan de actuación que contaba con transparencia total y que utilizaba los standards más rigurosos con el fin de velar por la conservación y la reconstrucción más adecuadas del lugar.

El puente de madera ya no es viable, ni como opción provisional, ni estable. Los expertos que lo han revisado han ordenado su desmantelamiento, debido al peligro que supondría para aquellos que lo utilizasen. Los que tergiversan los hechos por razones políticas, propagandísticas y religiosas, se sirven bien de las mentiras, bien de la hipocresía, o bien de ambas.

El hecho de que los no musulmanes sólo puedan utilizar una sola de las diez puertas para entrar en este recinto, no responde a nada más que a la política de discriminación religiosa apoyada por distintos países de la región. Y que Israel no se haya involucrado en esta cuestión, se debe a que no quiere caer en una violenta trampa, que el Waqf seguramente utilizaría en su propio beneficio.

En definitiva, el cierre del Puente de los Magrebíes sólo afecta a los no musulmanes que vienen a visitar la Explanada de las Mezquitas, y no a los musulmanes que tienen otras nueve puertas más abiertas por las que pueden pasar. Que algunos musulmanes traten de presentar la realidad al revés, no hace otra cosa que poner en evidencia que lo que quieren es incitar a la violencia. En realidad, sabemos muy bien que al Waqf le gustaría mucho que la puerta de los magrebíes se cerrara definitivamente para que ningún no musulmán pudiera acceder a la Explanada.

Espero que aquellos que informan sobre este asunto contrasten la información antes de servir como canales de propaganda y de incitación para un conflicto violento.


Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel

P.D. Aprovecho la ocasión para desearos a todos ¡Feliz Janucá, Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!

martes, 13 de diciembre de 2011

LA TENACIDAD DE UNA ADORABLE "INDIGNADA" ISRAELÍ

Hace diez días que regresé de mi viaje anual de periodistas españoles a Israel. Este tipo de viajes, como ya lo mencioné el año pasado en el editorial de nuestro Newsletter “El Puente”, no sólo es parte de mi trabajo, también constituye un ejercicio mental cuyo objetivo es crear un mosaico de realidades de la sociedad israelí, lo más representativo posible para este tipo de visitantes, ya que en su mayoría se trata de la primera ocasión en la que ven mi país.

Este año hemos elaborado un programa de viaje de muy alto nivel. Los participantes, periodistas de nueve de los principales medios de comunicación españoles, tuvieron la oportunidad de reunirse con el Presidente de Israel, Shimon Peres, el Ministro de Educación, Gideon Saar, funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Presidente del Movimiento de los Colonos, Dani Dayan, un representante de la Iniciativa de Ginebra, además de académicos y escritores. Y entre los lugares que visitamos: la capital, Jerusalén, Tel Aviv, la ciudad de Sderot y un kibbutz.

En lo personal, lo que más nos impactó, tanto a mí, como creo que a mis acompañantes periodistas, fue nuestra entrevista con Stav Shafir, líder del movimiento de los indignados en Israel. Se trata de una mujer joven, extremadamente inteligente y con un aplastante carisma que contrasta con su pequeña estatura.

Uno podría preguntarse acerca del motivo por el cual un programa de viaje de la Embajada y del Ministerio de Relaciones Exteriores incluye una reunión con la líder de los indignados, puesto que su movimiento tiene un mensaje crítico hacia el propio gobierno. La respuesta a esta cuestión es doble: en primer lugar, se trató de una solicitud de los propios periodistas participantes y, en segundo lugar, porque, a diferencia de otros movimientos de indignados, el israelí tiene un amplio consenso dentro de la sociedad y ha conseguido además cambios, tanto en la política del estado, como en la propia sociedad israelí.

La conversación con Stav fue impactante y su mensaje claro y auténtico, pese a que considero personalmente que contiene algunos aspectos ingenuos, propios de una joven de 26 años. Pero por otro lado, es este tipo de ingenuidad y de rebeldía el que siempre ha estado presente en la base de los cambios más significativos que se han producido en el mundo a lo largo de la historia. Y me imagino que mis abuelos, que llegaron desde Lituania hasta la tierra de Israel a esa edad, tenían el mismo brillo en los ojos que Stav y sus mismos deseos de crear una sociedad mejor.

Si Stav y sus compañeros consiguen el 10% de lo que consiguió la generación de mis abuelos, de los fundadores de Israel, siguiendo el camino bien marcado de la “innovación social” que ellos representaron, creo que todos nos beneficiaremos.

A modo de conclusión curiosa, tras la reunión con Stav, algunos de los periodistas dijeron que en este viaje habían visto al actual Presidente de Israel (Simon Peres), al probable próximo Primer Ministro (Gideon Saar) y seguramente a la futura líder política del Estado (Stav Shafir).


Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel  

miércoles, 7 de diciembre de 2011

LA PRIMAVERA ÁRABE Y LAS TECNOLOGÍAS AGRÍCOLAS

En ocasiones la realidad supera a cualquier cosa que nos podamos imaginar. No creáis que estoy haciendo una reflexión genérica. Estoy hablando de uno de los hechos más absurdos e increíbles de los que han sucedido últimamente.

La semana pasada en la Segunda Comisión de la ONU en Nueva York se presentó a votación una propuesta sobre las tecnologías agrícolas para el desarrollo. Se pretendía con ella lograr que las distintas tecnologías agrícolas fueran más accesibles y eficaces en los países en vías de desarrollo y, más específicamente, en aquellas zonas pobres azotadas por las sequías y las hambrunas. Además, se priorizaban los derechos de las mujeres, se perseguía la seguridad alimentaria y que las comunidades estuvieran mejor capacitadas para afrontar el cambio  climático. Es más, la propuesta se refería concretamente a los objetivos de desarrollo del nuevo milenio presentados por el Secretario General de la ONU, entre ellos, la reducción en un 50% de la pobreza y el hambre en el mundo hasta el año 2015.

Hasta aquí nada fuera de lo normal. Se trata de un procedimiento público y bien conocido en el marco de la actividad multilateral de la ONU y sobre un tema que, sin lugar a dudas, es el único que cuenta con el consenso de todos los países miembros… o quizá no…

Un grupo de estos países miembros, ciertamente no muy pequeño, el de los países árabes, hizo un llamamiento para que todos se opusieran a esta propuesta. No porque la misma no les incumbiese, todo lo contrario. Y tampoco porque con ella se dañara a un país u otro, sino al revés. La razón de la oposición estriba ñeque se trata de una propuesta israelí.

Mi amiga Shuli Davidovich, diplomática del equipo israelí que la presentó, me contó que la mayor paradoja fue que, tras una ruidosa campaña en el seno de la Segunda Comisión, que incluyó los discursos de oposición por parte de varios países árabes (liderados por, nada más y nada menos que Irak, a quien probablemente la reducción de la pobreza y el desarrollo de las tecnologías agrícolas no parece interesarle demasiado), finalmente la propuesta fue aceptada por una aplastante mayoría de 133 países, sin ningún voto en contra, y con la vergüenza de la abstención de los 35 países árabes.

La política de odio hacia Israel hace que estos regímenes árabes ignoren completamente el bienestar de sus ciudadanos, únicamente para continuar con su discurso de deslegitimación. Lamentablemente, los ciudadanos de sus países nunca sabrán el daño que les inflingen sus gobernantes a través de su representación en los foros internacionales, al serles arrebatada cualquier oportunidad de desarrollo económico y de mejora en su calidad de vida.



Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel