jueves, 17 de noviembre de 2011

MI AGRADECIMIENTO A LOS VIOLENTOS

Esta semana he viajado a Galicia para dar una serie de conferencias en universidades, en un colegio mayor y para los miembros de la Asociación Gallega de Amistad con Israel (AGAI). Este tipo de viajes y conferencias es parte integral de mi agenda de trabajo. Desde mi llegada a España impartido más de 50 en distintos foros, con distintos públicos y siempre han transcurrido con normalidad y han generado un diálogo muy interesante entre la Embajada y distintos grupos de la sociedad española.

Sin embargo, eso no es lo que ha sucedido en la Universidad de Vigo. La Facultad de Económicas de esta Universidad me invitó a hablar sobre las Relaciones entre España e Israel en el marco del 25 aniversario de su establecimiento pero, al llegar a la sala destinada a tal efecto, me estaba esperando, además del grupo de alumnos y profesores para escucharme, otro de unos 15 manifestantes ruidosos y violentos con pancartas y una bandera palestina (*). Debido a la actitud agresiva de estos últimos y al constatar que estaba en peligro la integridad de aquellos que habían venido a escuchar, tomamos la decisión de suspender el acto.

En relación a este hecho, quiero decir tres cosas:

  1. Creo que este tipo de violencia en la Universidad y las consecuencias que se derivan hacen que este sea un día triste para la democracia, para la libertad de expresión y para la propia Universidad. ¿En qué queda la Universidad si no es un espacio dedicado al debate, a la libertad de ideas y a la libertad de expresión?

  1. Agradezco mucho la actitud de la Facultad de Económicas por invitarme a su casa y por intentar llevar a cabo el acto a pesar de las presiones previas y las amenazas violentas pero, especialmente le agradezco al decano su sensibilidad cuando me expresó su avergonzamiento por los acontecimientos acaecidos en su facultad.

  1. También estoy agradecido al propio grupo de los violentos, ya que convirtieron la visita del Portavoz de la Embajada de Israel a Galicia en un acontecimiento mediático. En lugar de hablar con unos pocos alumnos y profesores de una Facultad de Vigo, he sido entrevistado por 9 medios de comunicación gallegos; entrevistas que, si bien empezaron con una condena a los violentos, luego constituyeron 9 oportunidades de presentar ampliamente a todo el público gallego el punto de vista israelí en muchos y diversos temas. Pero, además de trasladarles mi agradecimiento, quiero prevenirles de que es posible que mañana les acusen de ser agentes del Mossad debido a la gran contribución que han realizado al trabajo de la Embajada de Israel. Si se da el caso, debo decirles que yo no estaré allí para defenderles y desmentir tales acusaciones.


Llegados a este punto, quiero terminar contándoos que ayer estuve recordando uno de los poemas de Martin Niemöller y parafraseándole diría que hoy se ha limitado mi libertad de expresión por ser israelí, ¿a quién le tocará mañana?




Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel


(*) Si su intención al enarbolar la bandera palestina es ofenderme, nada más lejos puesto que tanto yo como el Estado de Israel apoyamos la creación de un estado cuya bandera será esa.

viernes, 11 de noviembre de 2011

¿POR QUÉ LOS PALESTINOS TEMEN NEGOCIAR CON ISRAEL?

John Lenon dijo que la vida es lo que pasa mientras tú estás haciendo otros planes. Y es cierto que en ocasiones, mientras las circunstancias cambian, las personas siguen estancadas en sus viejos planteamientos.

Un ejemplo de esto lo hemos visto en el post de la semana pasada: “Palestina en la UNESCO, un premio muy cultural” cuando en uno de los comentarios se hablaba del plan de los “bantustanes” mientras se olvidaba de que este plan caducó hace más de 20 años y cuando aludí a la oferta de Ehud Olmert del año 2008 la persona en cuestión continuó con sus críticas diciendo que en ella todavía quedan territorios palestinos rodeados por territorios israelíes y afirmando que, desde su punto de vista, Netanyahu no acepta lo que ofreció Olmert.

Todo esto es muy curioso porque los que no aceptaron el plan que ofreció Olmert fueron precisamente los palestinos y así lo afirma Condolezza Rice en su biografía recientemente publicada. Sin embargo, sí aceptaron el mismo mapa con esas mismas fronteras, o por lo menos así lo dice Saeb Erekat (este comentario suena a alguien que pretende enseñar a los palestinos cómo ser pro-palestinos). Por otro lado, el autor de los comentarios pretende saber lo que aceptará o no aceptará Netanyahu en negociaciones directas con los palestinos. Pero sólo hay una manera de saber esto y ésa es sentándose a negociar.

En realidad esta dinámica no es exclusiva de este tipo de comentarios, se trata de toda una política de rechazo de cualquier oferta para, transcurrido un tiempo, volver a reclamarlo cuando ya no es pertinente. Así sucedió con el Plan de Partición de 1947 cuando los árabes lo rechazaron, atacaron a Israel con el único objetivo de destruirla, y tras perder la guerra seguir hablando de dicha partición.

Lo mismo podemos decir de lo sucedido en 1967 cuando los árabes atacaron a Israel, de nuevo con el mismo objetivo. Al volver a perder la guerra, Israel les ofreció una retirada a cambio de paz y éstos la rechazaron. Sin embargo hoy siguen pretendiendo lo que ya es agua pasada. Y con la oferta de Olmert se repite una vez más la historia.

Tal vez lo que sucede es que los palestinos tienen miedo de la mesa de negociaciones, no por temor a perder, sino justamente por temor a ganar. No quieren negociar con Netanyahu porque en las dos últimas rondas de negociaciones llegaron a un acuerdo de paz (años 2000 y 2008), para finalmente terminar rechazándolo aunque con el tiempo lo añoren.
 


Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel

miércoles, 2 de noviembre de 2011

PALESTINA EN LA UNESCO, UN PREMIO MUY CULTURAL

¿Por qué no hoy, lo que seguro llegará mañana?
(Arik Einstein, de la canción “Avshalom”)


Desde que la Organización de la ONU para la Cultura, la Ciencia y la Educación (UNESCO) ha tomado la decisión de aceptar a la Autoridad Palestina como uno de sus miembros, tanto los medios de comunicación como las redes sociales se han llenado de reacciones en uno u otro sentido. Mientras muchos ven esta decisión como un “premio de consolación” que compensa a los palestinos, debido a su incapacidad para avanzar en su proceso de reconocimiento como miembro de pleno derecho de la ONU, otros muchos la ven como un abandono palestino de los Acuerdos de Oslo y el inicio del fin de la propia Autoridad Palestina, que es precisamente producto de dichos acuerdos.

Las críticas inundan las redes sociales y uno de sus principales argumentos es que la Organización para la Ciencia, la Educación y la Cultura anima así a la cultura violenta, a la educación para el odio y a la ciencia del terrorismo palestino, de cuyos ejemplos hemos sido testigos estos últimos días con los ataques con misiles lanzados hacia Israel desde la Franja de Gaza.

Todo el mundo está de acuerdo de hecho en que esta última decisión no va a cambiar nada sobre el terreno y lo único que consigue es distorsionar la realidad del conflicto. Distorsión que afecta a la pregunta de ¿Sobre qué asunto han votado realmente los países miembros de la UNESCO?

La cuestión primordial no es cómo llevar el conflicto desde los puntos de vista político, militar e internacional con el fin de ganar puntos favorables en un campo u otro. No se trata de conseguir una victoria puntual militar o política. Ni siquiera de ganar un premio que pueda ser considerado un premio de consolación. Lo fundamental es ¿cómo podemos resolver el conflicto y llegar a un acuerdo? En este punto, también muchos están de acuerdo en que el único camino hacia un acuerdo es el de las negociaciones directas entre ambas partes. Un camino que ya ha demostrado, como mínimo en dos ocasiones, que puede conducirnos a una solución.

En consecuencia, la decisión de los palestinos de enfocarse y dedicar sus esfuerzos en recibir estos premios de consolación, tanto en la UNESCO como en otras organizaciones, les impide pensar en la forma de regresar a la mesa de negociaciones para alcanzar así un acuerdo. Acuerdo que, por otro lado, les abriría en un solo día todas las puertas de todas las organizaciones internacionales que ahora están trabajando para abrir con el fin de ser aceptados.

Pensando en esta situación, he recordado que el cantante israelí Arik Einstein tiene una canción sobre la historia bíblica de Avshalom. Para quienes no la recuerden, Avshalom fue el hijo mayor y el favorito del rey David y, como tal, era su sucesor en el reino. Pero Avshalom no quiso esperar y se rebeló contra su padre intentando tomar por la fuerza lo que iba a recibir igualmente poco tiempo después. Y el estribillo de la canción es un símil perfecto de lo que los palestinos están haciendo estos días. ¿Por qué no hoy, lo que seguro llegará mañana?
 


Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel