miércoles, 26 de enero de 2011

PÚBLICO Y YO, UN ATAQUE DESPROPORCIONADO

“Errar es humano, rectificar es de sabios”

Ayer me contaron que TVE ha vuelto a subir a su web el capítulo de “Españoles en el mundo” dedicado a Jerusalén. Quiero aprovechar estas líneas para felicitarles y dedicarles la cita que subtitula este post.

Lo cierto es que, durante estas 2 semanas en las que no estuvo en su web, vieron más de 20.000 personas en Youtube el capítulo, ahora además todos lo pueden ver en la web de TVE.

En este post quiero dedicar unas palabras a la ética periodística.

Ayer en la web “Público.es” apareció un artículo sobre mi primer post. Por cierto, este artículo llegó a ser el noveno más leído del día, según el diario, e incluso ha salido hoy en la versión impresa.
Algunas cosas me han llamado la atención:

La primera cosa que me ha sorprendido es que dicho artículo no está firmado. ¿Acaso lo consideran en Público como un editorial? No sabía que los editoriales de Público se publicaran en la web y luego en la página 19 de la versión impresa.

En segundo lugar, el título que utiliza es: “La Embajada de Israel ataca a Público”. Yo creo que la palabra “critica” es mucho más adecuada para mi primer post, pero ya estamos acostumbrados a que este periódico utilice un vocabulario “especial” para referirse a nosotros. Cuando ellos escriben, siempre se trata de “crítica legítima”; cuando lo hacemos nosotros, es “ataque”. Pronto dirán que es “desproporcionado” (de ahí el título de este post de hoy).

Pero mucho más grave que los dos puntos anteriores es que este artículo no está sincronizado con la línea de Público, porque dice, refiriéndose a las iniciativas de censurar el capítulo, que “Público fue absolutamente ajeno a esos artículos e iniciativas”, mientras el mismo Público.es (13 de enero) dice que “Público.es había denunciado la visión sesgada del programa …”.
Esto es una contradicción por no usar otras palabras.
¿Por qué no define Público su postura?

Tal vez sí la ha definido al quitar esta frase de la versión impresa, reconociendo así su participación en la campaña coordinada con grupos antiisraelíes conocidos.

En cuarto lugar, Público no solamente participa en una campaña de censura, sino que también la facilita al ocultar los comentarios que no están en la línea de su pensamiento único. Mientras comentarios violentos e incitaciones al racismo se permiten, se elimina cualquier comentario crítico por la supuesta “valoración de los lectores”. Por el contrario, los comentarios antiisraelíes (y en ocasiones incluso antisemitas) sí que tienen cabida en este diario en el nombre de la libertad de opinión. Sin embargo, una crítica en un blog ya es un ataque.

La libertad de prensa y de información en Israel es un ejemplo: más de 600 periodistas extranjeros residen en Jerusalén (3 veces más que en toda España). Todos esos corresponsales gozan de una libertad total en su trabajo. El Estado de Israel no ha cerrado las oficinas de Al Yazzira a pesar de su línea abiertamente pro-Hamás (tal como han hecho otros países vecinos de España). El canal de noticias iraní transmite desde Israel y hasta el corresponsal de Público trabaja allí libremente desde hace cerca de 20 años.

El sueño de cualquier bloguero es saltar a las páginas de los periódicos nacionales. Público me ha concedido el privilegio de referirse a mi blog en su primer día. Quizá la explicación haya que buscarla en nuestro control de los medios de comunicación. Suena a complot

Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel

martes, 25 de enero de 2011

ESPAÑOLES EN EL MUNDO DE LA HIPOCRESÍA

Abraham Lincoln definió hipocresía así: “una persona que asesina a sus padres y luego pide que le traten mejor por ser huérfano”.

Hablemos hoy de hipocresía, pero no de una cualquiera, sino de la hipocresía en la prensa española.

Nuestro mundo se hace cada vez más hipócrita, y a veces sentimos que nada puede sorprendernos todavía más, hasta que sucede algo que nos enseña que probablemente la hipocresía no tiene límites.

De este modo hemos aprendido estos últimos días sobre un nuevo nivel de hipocresía, que tiene que ver con un capítulo del programa de TVE “Españoles en el mundo”. El capítulo sobre Jerusalén.

Debo decir que cuando vi este capítulo, unas cosas me gustaron y otras me gustaron muy poco. Creo que el énfasis que pone la prensa española en el tema de la religión judía en su forma más extrema, es decir, los ultraortodoxos, no representa el Israel de hoy. De todos modos, esto está lejos de ser el tema principal de este post.

Lo importante es el hecho de que en este programa no se trató el conflicto, y eso, aparentemente, es un crimen imperdonable desde el punto de vista de algunos en España (y de sus representantes en Israel) cuyo odio hace ciegos hasta llevarles a la locura.

Poco tiempo después de que se emitiera este capítulo salió en contra del programa uno de los medios de comunicación españoles en una campaña coordinada con movimientos antiisraelíes conocidos. El delito: ¡¡¡el capítulo es sesgado!!! Un delito grave, especialmente si viene señalado por el periódico Público, conocido por su objetividad divina. Para el que no lo haya entendido, escribo esta última frase con ironía.

Pero aquí no termina la historia. La campaña fue liderada, entre otros, por “el adalid de la objetividad”, Eugenio García-Gascón, el corresponsal de Público, que en todos sus años de periodista en Israel (cerca de 20 años) no ha logrado publicar ni una sola noticia objetiva sobre el país en el que reside. ¡¡¡¿Él es el que viene a enseñarnos objetividad en la prensa española?!!!

Aparentemente vivimos en el mundo al revés.

Del mismo modo que Irán, Arabia Saudí, Libia y Cuba están en el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU enseñándonos cuáles son los derechos humanos… y García-Gascón nos enseña lo que es prensa objetiva.

Lo grave es que no se trata de una broma, o tal vez la televisión española no lo ha entendido, porque esta cadena pensó que realmente se puede aprender lo que es objetividad de esta persona. Ya puestos, tal vez podemos también aprender humildad de Diego Armando Maradona.

Esta televisión decidió eliminar de su web el capítulo sobre Jerusalén por orden de la defensora del espectador. Y eso por unas cartas que ha recibido de personas, que probablemente ni siquiera han visto el capítulo sino que han firmado una carta preparada y mentirosa que recibieron a través de Internet. Pero para la defensora eso es suficiente.

TVE no es conocida por dar una cobertura pro-israelí en el conflicto de Oriente Medio, es más, está lejos de ello. En numerosas ocasiones ha transmitido en sus canales programas con informaciones sesgadas sobre el conflicto. Programas de carácter muy anti-israelí. En ninguna de esas ocasiones se preocuparon por la objetividad de la cadena pública española. Aparentemente, ser objetivo en TVE (debo recordarles que este capítulo ni siquiera trataba el conflicto) no es aceptable. El que no es sesgado y no es anti-israelí no tiene lugar en el espacio público desde el punto de vista de TVE y de la versión española de la Pravda, Público.

A esto, amigos, se llama terrorismo de pensamiento.

Es un día triste para la libertad de prensa en España.

La dictadura de pensamiento que lidera Público contamina a la prensa en general y el que no piensa como ellos, no tiene libertad de expresión.

Y ellos tienen la caradura de autodefinirse como progresistas.


Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel en España